A la salida de Ouarzazate se atraviesa un pequeño oued, luego colinas grises y granizadas. En Agdz, a 70 kilómetros de distancia, maravilla: es el comienzo del valle del Drâa, el río más largo de Marruecos, que nace en las nevadas cumbres del Atlas y muere en el Océano Atlántico al norte de Tan Tan, después de haber alimentado las tierras áridas bajo las palmeras. Hasta el final del camino se encuentra esta paradoja: a la izquierda, el magnífico paisaje del palmeral con sus plantaciones de palmeras datileras, olivos, árboles frutales, cultivos hortícolas, y a la derecha, una sequía implacable y tierras áridas. El valle del Drâa también es conocido por sus suntuosos ksours y kasbah de tierra asfaltada, una de las más destacadas es la de Tamnougalt.
Llegamos a Zagora, capital de la región o un antiguo letrero que indica el camino a Tombuctú. 52 días nos da la bienvenida y hace surgir en nosotros la emoción de nuestro encuentro cercano con el grandioso desierto del Sahara. Fue el punto de partida de las grandes caravanas de dromedarios que atravesaban el Sahara hasta Malí.
La próxima parada será en Tamegroute, un tranquilo pueblo de adobe conocido por su cerámica verde y su antigua biblioteca coránica.
A 90 km al sureste de Zagora y a sólo unas pocas dunas de un inmenso desierto que conduce a la frontera marroquí-argelina, finalmente llegaremos al tranquilo oasis de M’hamid El Ghizlane (o M’Hamid de las gacelas), donde la carretera termina para dar paso al desierto. Atravesarás el nuevo M’Hamid, creado en una ciudad de guarnición durante el protectorado francés, y recorrerás algunos kilómetros en el centro del palmeral para descubrir el antiguo M’Hamid, ksar que conserva intacta su arquitectura de adobe y donde la vida continúa su ritmo desde los albores de los tiempos. Ya en el siglo XVI, M’Hamid fue el punto de partida de Ahmed El Mansour Addahbi, que partió con sus guerreros, dromedarios y toda su tribu a la conquista de Tombuctú.
Se alojará en una kasbah entre palmerales y desierto y podrá admirar la puesta de sol en una duna cercana.
Cena típica y noche.